Medicamentos que pueden ayudar a manejar tu diabetes tipo 2
Existen muchos tipos diferentes de medicamentos para ayudarte a manejar tu diabetes. Tal vez te hayas preguntado por dónde empezar. Pero aunque pueda sonar un poco confuso, esta información es buena saberla y es un buen tema para discutir con tu médico.
Echa un vistazo para que veas cómo funcionan estos medicamentos con tu cuerpo. Y por supuesto, asegúrate de hablar con tu médico si tienes alguna pregunta.
Hay varios tipos diferentes de medicamentos que no son insulina, algunos son pastillas y otros son inyectables. Es importante que hables con tu médico acerca del tratamiento adecuado para ti. Es común que las personas con diabetes reciban más de un tipo de tratamiento para ayudar a manejar el nivel de azúcar en la sangre.
Antidiabéticos en pastillas
Hay muchos tipos de antidiabéticos en pastillas. Estos actúan de diferentes formas para reducir el nivel de azúcar en la sangre
Combinaciones de antidiabéticos en pastillas (medicamentos que trabajan en combinación)
Dado que los diferentes tipos de antidiabéticos en pastillas ayudan a reducir el nivel de azúcar en la sangre de diferentes maneras, algunos pueden usarse juntos. Estas opciones permiten a los médicos elaborar planes de tratamiento que satisfagan las necesidades individuales.
Agonistas del receptor de GLP-1 (dulaglutide, semaglutide): (medicamentos que trabajan con tu cuerpo de diferentes maneras)
Un agonista del receptor del GLP-1 (AR del GLP-1) es un medicamento sin insulina que actúa como el GLP-1 producido por tu cuerpo. Le indican al páncreas que libere más insulina después de comer. Le dice al hígado que no produzca tanta azúcar (mediante la liberación de glucosa) a la hora de las comidas, hace que los movimientos de los alimentos que salen del estómago sean más lentos, para que los niveles de azúcar en la sangre no suban tanto después de las comidas.
GLP-1, o péptido-1 similar al glucagón, es una hormona que trabaja de diferentes maneras para ayudar a mantener el equilibrio del azúcar en la sangre.
El GLP-1 trabaja de la siguiente manera:
Conoce más acerca de una opción inyectable para la diabetes tipo 2
Agonistas de la amilina (otra opción inyectable)
Otra opción que tu médico puede recetarte es un agonista de la amilina. Este es un medicamento inyectable que actúa como una hormona producida por el páncreas. La amilina es una hormona natural que afecta a varios sistemas diferentes de órganos y actúa al hacer más lento el movimiento de los alimentos que salen del estómago, provocando que se deje de comer a través de la sensación de saciedad. La amilina también inhibe la secreción de glucagón.
La insulina que tu cuerpo produce de forma natural es una hormona importante para permitir que las celulas produzcan energía a partir de los alimentos. Es posible que algunas personas con diabetes tipo 2 no puedan usar bien su propia insulina.
A esto se le llama resistencia a la insulina. Es lo que hace que puedan aumentar los niveles de azúcar en la sangre.
A medida que la diabetes cambia con el tiempo, el cuerpo produce menos insulina y no puede controlar los niveles de azúcar en la sangre. Para estas personas, la insulina se puede inyectar debajo de la piel. Esto ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre a su rango normal.
Los diferentes medicamentos con insulina funcionan de diferentes maneras para reemplazar la insulina que te falta. Se agrupan en función de:
Insulina humana (en realidad se fabrica en un laboratorio)
Se llama “humana” porque la estructura es idéntica a la insulina que produce tu cuerpo.
Hay 3 tipos de insulina humana:
Análogos de la insulina (insulina modificada para funcionar más rápido o por más tiempo)
Los análogos de la insulina son insulina humana con pequeños cambios realizados en la hormona para que se absorba más rápido o dure más tiempo en el cuerpo.
Los 3 tipos principales de análogos de la insulina son:
Si has tenido preguntas acerca de cualquiera de estas opciones de tratamiento, ya sabes qué hacer: habla con tu médico. Está ahí para apoyarte.
Reconocer la conexión entre la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular puede ser el primer paso para reducir tu riesgo.