¿Vives con diabetes o con una idea de la diabetes?
Puede que hayas escuchado muchas historias sobre la diabetes tipo 2 de tus padres, tíos o abuelos. Pero cuando te toca, es importante que además de hablar con tu médico, conozcas a fondo la realidad de nuestra diabetes, porque no todo lo que se dice sobre esta es cierto.
La experiencia
de tu familia con la diabetes tipo 2 no tiene por qué ser la tuya
Si te diagnosticaron diabetes tipo 2, ahora sabes que está en tus manos hacer algo al respecto y lo más importante: sabes que con dieta, ejercicio y el tratamiento médico adecuado, sí se puede manejar con el tiempo. Pero para eso, tienes que informarte.
Mitos y realidades sobre nuestra diabetes
Aprender a separar los mitos y las creencias populares de la realidad es la manera más eficaz de tomar decisiones informadas para poder manejar mejor tu diabetes.
A ver si reconoces algunos:
Mito: “La diabetes no es tan grave”
Realidad: la diabetes es una afección crónica que requiere cuidado. Aprender a manejarla bien podría retrasar y evitar otras complicaciones de salud en el futuro.
Mito: “Inyectarse duele. No me gustan las jeringas ni las agujas”
Realidad: tal vez has escuchado historias de personas con diabetes, quejándose del dolor que producen las inyecciones y de sus malas experiencias con las agujas. Pero eso no aplica a todos los casos. Los dispositivos de inyección han evolucionado mucho. Hoy en día vienen en plumas precargadas y con agujas pequeñas y finas. Además, no todas las personas pueden requerir un medicamento inyectado.
Mito: “Con mis remedios caseros y los consejos de mis amigos me basta para manejar mi diabetes”
Realidad: la diabetes es una condición seria pero manejable que exige tratamiento médico. Sin bien los remedios caseros podrían ayudar a que te sientas mejor, TAMBIÉN pueden interferir negativamente en tu tratamiento. Consulta a tu médico y hazle saber si estás usando remedios caseros y cuáles son.
Mito: “Consumir mucha azúcar puede provocar la diabetes tipo 2”
Realidad: no necesariamente. Por ejemplo: está comprobado que las bebidas endulzadas (como los refrescos) son altas en calorías. Estas pueden provocar el aumento de peso y ciertas condiciones asociadas con la diabetes tipo 2, pero no está comprobado que sean la causa de la diabetes.
Mito: “Me puede dar diabetes si sufro un gran susto”
Realidad: aunque un gran susto de pronto pueda elevar tus niveles de azúcar en la sangre, pasar por una situación desagradable no va a causarte diabetes.
Mito: “Peso demasiado; debo tener diabetes”
Realidad: el sobrepeso es uno de los factores de riesgo de la diabetes, pero no es el único, ni es una indicación absoluta de esta condición. Existen otros factores como tu historial familiar, tu raza e incluso tu estilo de vida. Verifica con tu médico si bajar de peso está entre tus objetivos para manejar tu diabetes.
Mito: “La diabetes es contagiosa”
Realidad: no, la diabetes no se pasa de una persona a otra como un virus. Sin embargo, podrías “heredar” un riesgo más alto de diabetes tipo 2 si existe un historial de diabetes en tu familia.
Mito: “Las personas con diabetes se enferman más a menudo”
Realidad: es falso que las personas con diabetes son más propensas a enfermarse que aquellas que no tienen diabetes. Sin embargo, a las personas con diabetes se les aconseja vacunarse contra la gripe una vez al año, ya que la gripe podría dificultar el manejo de su diabetes.
El riesgo cardiovascular es real
Si tienes diabetes tipo 2, el riesgo cardiovascular es un hecho. Pero nuestra realidad es que al ser hispanos, nuestra diabetes es más compleja y tienes riesgos adicionales que debes conocer para comenzar a actuar hoy mismo.
¿Alguna vez has pensado cómo sería la vida de tu familia sin ti?
No te confíes.
No esperes más para hablar con tu médico acerca de tus factores de riesgo
Si tienes uno o más factores de riesgo para la diabetes, es hora de programar una cita con tu médico.
Ir al médico y escuchar información que no quieres escuchar puede ser aterrador, pero la realidad es que nuestra diabetes no va a desaparecer, ni tampoco el riesgo de una enfermedad cardiovascular.
Haz la cita hoy con tu médico para hacerte la prueba y crear un plan de tratamiento.
